Lentitud

 Sin prisas. Hacer de nuestro día a día el momento "perfecto " para tomar las cosas lentamente, como cuando vemos el paisaje o tomamos el café, disfrutamos de esos instantes de calma, de lentitud. Porque también es importante ir lento y disfrutar de cada detalle,como cuando vemos las imágenes en cámara lenta, apreciamos todo, el movimiento, la escena. 

En éste momento de lentitud, tenemos o buscamos la oportunidad para nuevas fuentes de inspiración, para tener esos ratos donde no hay afanes y todo lo podemos tomar con calma. Los instantes de lentitud los asocio, talvez,con un viaje a bordo en velero, lento, a un ritmo de corazón en paz, a un ritmo de aguas de lago, quieto, tranquilo, a mi propio ritmo.

La lentitud no es sólo ser lentos en algo que deberíamos ser ágiles; en este caso me refiero a tomarnos la vida a un ritmo más acorde con lo que deseamos, tomarnos el tiempo de pensar cada acción, de meditar, tener la oportunidad de observar detenidamente lo que nos rodea, ser conscientes del momento presente. Y es que esta forma parte del presente porque nos enseña a valorar esos instantes que creemos estarán siempre y no, no es así.  El presente es ahora, en éste instante,  no mañana ni pasado, ni en dos horas; es ahora. Saborear la lentitud del tiempo cuando no estamos en acción, cuando no estamos pensando en esto o aquello, simplemente aquietar la mente, aquietar el cuerpo en esos momentos donde podemos apreciar los pensamientos que pasan y todo gracias a la lentitud.

Es posible llevar una vida más lenta y apartada porque no todo el tiempo tiene que ser activa y ruidosa. Siempre tuve desde la adolescencia,  esa sensación de irme lejos (aunque lo hice desde otras circunstancias) a un lugar lleno de árboles, prácticamente un bosque, callado, fresco y sobretodo,  inspirador. Donde todo era nuevo, donde fuera yo en otra vida. Talvez escapar de lo rutinario,  no sé.  Llevar una vida más relajada, caminar lento, buscando sin buscar y encontrando sin esperar. Tomarse el tiempo.

Es posible que secretamente anhelo una vida alejada de la multitud,  alejada del ajetreo,  en una cabaña en medio de la nada y viviendo todo. No siendo un  ermitaña  (o si), talvez viviendo en el anonimato.