Las cosas que pasan en los días de lluvia, especialmente para éstos meses, es algo que siempre me ha gustado, todo se ve, se siente y es diferente, los colores el clima y hasta los pensamientos. En mi caso, los pensamientos son bastante importantes, tiene mucho que ver la imaginación porque puedo ver tantas cosas que en ésta realidad no existen ¿? (Solo en mi imaginación).
Los días de lluvia, donde nada se planea por obvias razones, podrían ser llamados días sin planes, donde lo que suceda es bienvenido; si se nos ocurre hacer postres, leer, cerrar los ojos o simplemente perdernos en los pensamientos. Creo que esos son los mejores días porque son espontáneos, nada es planeado, todo ocurre en fracciones de segundos y sin darnos cuenta hasta nos podemos salir del mapa (el mapa es otro tema), y talvez, porque no, crear rituales, esos que se pueden disfrutar, no solo crearlos mecánicamente, sino conscientes;puede ser escribir (mi favorito), pintar o lo que se nos ocurra, pero algo que creo que es importante en el tema de los rituales, es poder observarlos desde afuera como cuando analizamos pinturas en un museo. De esa manera seremos capaces de crear y ver otras cosas que a simple vista no se ven.
Que impredecibles son esos días lluviosos, sin planes y perfectos para hacer de todo o simplemente no hacer nada. Los días sin planes y si son lluviosos, son también días maravillosos.
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