La mayoría de los adultos han perdido ese niño interior, o mejor dicho les da pena "sacarlo" a explorar, olvidan que para ver lo invisible como lo hace un niño, basta con abrir los ojos que nos conecta con la imaginación.
Los adultos son seres que, con el paso del tiempo se vuelven aburridos, talvez no todos, pero la mayoría al entrar a los 30 digamos, se tornan parcos, serios y poco felices, aquí es donde se puede observar que sus miradas adultas son predecibles, gastadas y oxidadas. Los adultos no están preparados para saber que, lograr ver algo toma su tiempo, porque al primer intento que no logran lo que querían, dejan todo a un lado, y eso pasa con casi todas las actividades que quieren hacer, no observan a los niños, quienes lo intentan tantas voces como sea posible hasta que logran lo que quieren. Sí, los niños pueden ser impacientes pero los adultos, en su mayoría, se ganan el premio a cual más desesperado e impaciente.
Porqué no tener siempre a nuestro lado ese niño que llevamos dentro, porqué no sacarlo? No tengamos miedo de ver las cosas con asombro como lo hacen los niños, alimentemos nuestra imaginación todo el tiempo, cuanto sea posible, sólo de esa manera podremos abrir los ojos y ver lo invisible, sólo asi podremos crear lo que queramos, porque todos somos creativos y las personas creativas son felices.
Explora, experimenta sin miedo a renunciar a lo que no te permite a hacer lo que te gusta, deja ir y descarta opciones pero sigue buscando, que ese ser creativo no deje nunca de asombrarse, sólo así vivirás plenamente feliz.
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