Dos puntos

 #1- " Para alcanzar algo, no es necesario hacer un movimiento gigantesco,  sino centrarse  en el objetivo."

Cuando sabes lo que quieres realmente, basta con hacer lo necesario para obtenerlo, no es de grandes  movimientos pero sí de grandes estrategias  para lograr el objetivo. Puede que para muchos tus  objetivos sean de poco valor, pero eso no debe de ser un obstáculo porque quien realmente va a vivir y disfrutar el triunfo seras tú. 

Muchos critican pero es porque tienen sus frustraciones, sus sueños no realizados  y de una u otra manera quieren que fracases por que ellos así lo hicieron. Mientras sepas lo que quieres, lo demás viene sobrando; persigue tus sueños, disfruta y abraza el trayecto finalmente lograras tu objetivo.

#2- "Quien comienza con cosas fáciles, no queda preparado para los grandes desafíos."

La mayoría de las personas exitosas siempre comienzan desde abajo, de los más duro, desde cero. Esto no solo se refiere a grandes empresas, ni millones en los bancos, pero sí para el aprendí de nuevas actividades. Por ejemplo, cuando se quiere aprender alfarería (que es lo que me gusta), no se empieza así de fácil, como dirían los no conocedores  del arte de moldear el barro, agarrar la arcilla y hacer cualquier garabato; no, definitivamente no es así. Hay que aprender técnicas, saber que herramientas se utilizan, como amasar para luego moldear, sobretodo tener mucha imaginación, puede que se escuche (lea) fácil, pero ponlo en práctica y verás que no es tan fácil dominar al barro y si quieres saltar al torno, esa es otra  historia que talvez cuente en otra ocasión.

Para terminar,  si de verdad quieres estar preparado para grandes desafíos, recuerda que nunca se empieza por cosas fáciles,  porque las cosas fáciles usualmente o talvez jamás tienen grandes y exitosos finales.; en cambio, si te preparas  correctamente en cualquier tarea, no te meras a los grandes desafíos porque ya habrás aprendido lo necesario para poder llevarla a cabo, estarás preparado para cualquier acontecimiento.

Nadie recuerda las batallas ganadas fácilmente, esas se olvidan rápido; pero si que resuenan  esas donde la lucha fue constante, donde las ideas nunca acabaron, porque se centraron en el objetivo para poder alcanzar lo que se habían propuesto.