Equivocate

 No temer a los errores es la clave y motor creativo. Pues el mayor error que se puede cometer, es no cometer ninguno. Aunque estos se castiguen, los errores hay que celebrarlos porque son sinónimo de valentía, de haber intentado. Hay que recordar que no se falla cuando se equivoca, sino, cuando no se equivoca por no atreverse. Se falla cuando entendemos la equivocación como un fracaso y no como debe ser : una lección. 

Equivocarse es un arte que no está al alcance de todos, por más que todos nos equivoquemos. Es un arte para aquellos capaces de convertirlo en una clase. 

El miedo y el error no pueden ser categorizados  como conceptos negativos, ya que estos  en conjunto, llevan a crear lo que no se creía posible; afrontar el miedo a equivocarse y alimentarse del error. Equivocarse es positivo, es una enseñanza donde sus frutos se verán  a lo largo de la vida.

En el ámbito creativo, el error es una herramienta potente, de el pueden surgir cosas que, desde un inicio no podíamos ver. Aparecen otras formas de crear, otras nuevas alternativas y, talvez, mejores ideas. Si no estamos preparados para equivocarnos,  nunca llegaremos a algo excepcional. Es mejor equivocarse que quedarse de brazos cruzados, o compartir una idea que quedarse callado,  hay que ser valientes y afrontar los obstáculos.

¿Porqué los niños no temen a equivocarse,  no tienen esos miedos? Por que ellos mismos  están convencidos de todo lo que hacen; es por eso que son muy creativos, porque si algo no les sale en el primer intento,  buscan otras formas, otras alternativas; las ideas les llegan como cascada, con fuerza y en abundancia.

Equivocate, dicho esto, ya sabemos que podría ser peor: no haberlo intentado.