Así como me gusta el olor de los libros al abrirlos, me gusta también ver el "manojo" de letras plasmadas en ellos, me dan una sensación de libertad, de alegría. Y es que los libros son puentes que nos conectan con nuestro interior,con lo que nos rodea y con lo que no existe pero que hacen que lo imaginemos; son puentes infinitos que nos invitan a seguir caminando, con el propósito de ir creando historias, ir creando imágenes que solo esos capaces de ver más allá de sus narices lo logran.
La lectura no es una distracción. Muchos creen que el leer es perder el tiempo, mas no saben que es aprovechar el tiempo porque es un momento para poder meditar, crear, expandir la mente, ver nuevos horizontes e imaginar. Pero quienes son esos " muchos" que dicen que es una distracción? Ah si! son esos que con solo leer el título ya dicen saber el contenido, sin los que no han abierto un libro en su vida porque leer es "aburrido", son los que creen que leer lo poco que se publica en las redes los hace lectores activos y dicen dicen que no necesitan leer libros. Pobre ignorancia, que cree que sólo porque habita en estos "seres" ya ha ganado la batalla. Qué sabe esta de ese puente tan maravilloso que son los libros?ni siquiera sabe que la lectura es un viaje interminable, pues no acaba con la última página, ya que perdura en la memoria, quien desde el inicio empezó a dar pasos en ese puente infinito.
Los libros son ese mágico lugar donde te puedes perder. Disfrutar de ese instante no tiene precio. De cierta manera nos convertimos en buscadores, nos abrimos caminos nuevos con la lectura y llegan esas experiencias transformadoras, como cuando la serpiente muda la piel, ya no es la misma. Así pasa con ese puente al cruzarlo, vamos cambiando de pensamientos, de sentimientos y por que no, de piel. Vemos con nuevos ojos la vida frente a nosotros.
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